viernes, 22 de febrero de 2013

MARTISOR - tradicion rumana

  
Hay una tradición rumana muy bonita llamada Martisor. El nombre es un diminutivo de la palabra "martie", palabra rumana que significa marzo y que tiene la misma etimología que en español, proviene de la palabra latina "Mars" o "Marte", que era un dios romano, símbolo del renacer, los campos verdes, los rebaños de ovejas y el amor. Solían celebrar el día de Marte el primer día de la primavera, tal como lo hacían los tracianos y más tarde los dacios y ahora los rumanos celebran esto en el primer dia del marzo.
          Las investigaciones arqueológicas han demostrado que hace unos 8.000 años en el actual territorio de Rumania ya existía esta tradición. La gente celebraba la llegada de la primavera con varios rituales: uno de ellos consistía en pintar pequeñas piedras o cantos rodados de color rojo y blanco, y los colocaban alternativamente en un cordel. El hecho de que eligieran estos dos colores, rojo y blanco tiene que ver con otros rituales que se llevaban a cabo en aquella época, como los sacrificios de animales para ofrecérselos a los dioses paganos con la intención de que sus súplicas fueran tenidas en cuenta. De esta forma, la sangre y su color rojo se asociaban con la vida, la fertilidad y las idolatrías. Por otro lado, el blanco se asocia con el color de la nieve, el hielo y las nubes, y significa el término de la época invernal.
          A comienzos del siglo XIX el amuleto se utilizaba en todas las regiones rumanas. Especialmente lo llevaban las mujeres y los niños y niñas alrededor del cuello: consistía en dos cordones de lana, uno rojo y otro blanco trenzados juntos y con una pequeña moneda de plata u otro colgando. Existía la creencia de que aquellos que llevaban el amuleto serían protegidos contra todo mal y tendrían buena suerte para el año siguiente. Hay documentos escritos que demuestran que las jóvenes moldavas llevaban el amuleto desde el primero de marzo hasta el día doce del mismo mes. Al cabo de las dos semanas, solían atarse el pelo con esos cordones blancos y rojos al esperar los signos que anunciaban la llegada de la primavera, como las aves que llegaban a los pueblos. En ese momento las muchachas retiraban el amuleto y lo colgaban del primer árbol que vieran florecido.
           En la tradición rumana, cada estación del año se asocia con un color: la primavera con el rojo, el verano con el verde, el otoño con el negro y el invierno con el blanco. Todos estos colores se encuentran frecuentemente, con los mismos significados, en otras manifestaciones artístico-culturales rumanas, como en la cerámica, las los tapices y los trajes regionales.
             Hoy en día el amuleto "Martisor" está presente en todas las zonas de Rumania y también se encuentra la misma tradición en Macedonia y Albania. En Rumania representa la llegada de la primavera y de la alegría. El hecho de intercambiar los amuletos es un símbolo de amor, amistad, respeto y aprecio. Se pueden comprar cordones hechos de seda rojos y blancos atados en forma de lazo, y también pequeños objetos rojos y blancos que representan flores, herradoras, hojas, abejorros, distintos animales, pequeños soles o estrellas, corazones, y muchos otros que los niños y niñas y mujeres se ponen en la solapa o parte izquierda del cuerpo y los llevan durante nueve días, comenzando el día primero de marzo.
               Los hombres suelen comprar flores de primavera, llamadas "ghiocei" (copos de nieve) y se las ofrecen a las muchachas o a los niños junto con una tarjeta de la que cuelgan el amuleto. Es la forma moderna de regalar el amuleto a las personas queridas.